Encofrado deslizante


El encofrado deslizante es una técnica de construcción en la que el avance de obra es sin interrupciones, sin esperar que el hormigón termine de fraguar completamente.


Se utiliza un molde de pequeña altura (1.00 a 1.35 m) rigidizado mediante paneles con estructura metálica –pórticos- y para la maniobra se usan poderosos gatos hidráulicos que desplazan a todo el encofrado y sus estructuras suplementarias: andamio exterior desde donde se realizarán los retoques que ocasione el arrastre, como así también la plataforma interior en donde se movilizan los operarios.

Se eleva el conjunto de estructuras al mismo tiempo, pudiendo realizarse de esta forma la puesta en obra de los materiales de manera continua. Se hacen tongadas de hormigón de unos 20 a 30 cm, con períodos de 1 a 2 horas entre ellas y con hormigones estudiados para una velocidad de fraguado de 4 a 6 horas.


Las mordazas de los gatos están fijadas a las barras de tracción, que se pierden en el proceso de ascenso. A medida que va subiendo la estructura se van acoplando más barras soldando a tope cada una de ellas.
El avance, de aproximadamente unos 2.5 cm. por trepada, es digitalizado desde una cabina de control, situada en la plataforma interior en donde un solo operario dispone que los gatos hidráulicos operen en simultánea.