Meier diseñara la Torre Mítica en Coyoacán
La firma neoyorquina Richard Meier & Partners está en la fase de desarrollo de diseño de la Torre de Oficinas Mítica, construcción de 34 pisos que se levantará en la lateral de la avenida Río Churubusco. El proyecto es parte del plan maestro que se realiza en Avenida Universidad y Mayorazgo, donde también se levantará el edificio más alto de la ciudad de México.
El arquitecto alemán Bernhard Karpf es uno de los cinco socios de Richard Meier y está a cargo del proyecto de Coyoacán.
Se prevé que este listo en 2014
En entrevista con el universal, habla de las características de dicha obra y también de los diseños que realizan para un par de Hoteles W en Santa Fe y la Riviera Maya.
Según el despacho, la Torre de Oficinas Mítica (Mitikah Office Tower) quedará terminada en 2014. Está inspirada en una interpretación moderna de las formas aztecas; la volumetría de la arquitectura del edificio combina una esbelta y elegante torre que se levanta sobre una base transparente.
El vestíbulo del edificio se ha diseñado para ser visible desde todos los ángulos y se ancla a una plaza comercial al aire libre. Cuenta con estacionamiento subterráneo de seis niveles, el cual no sólo funcionará para este edificio sino que se comparte con el proyecto integral.
Todas las caras del edificio cuentan con fachadas de cristal de piso a techo, con vistas a las montañas y al valle de México. En el piso 19 destaca un pabellón para conferencias con jardín integrado, así como un restaurante y bar al aire libre en la parte más alta.
Al pedir a Karpf una definición llana de su diseño, dice: “No es asunto fácil; básicamente es un edificio de vidrio, planeado para albergar oficinas. La parte que da a la avenida es como un escudo y la parte trasera es algo más sencillo”.
Afirma que estar frente a una avenida tan transitada como Churubusco implica un reto y una oportunidad que ellos transforman en ventaja. Quienes vean el edificio desde el exterior, tendrán la panorámica de una obra monumental, y desde el interior podrán apreciarse los detalles, además de percibir una agradable sensación de aislamiento.
Dice que seguido se reúnen con la gente del arquitecto argentino César Pelli (quien está al frente del plan maestro) y con otras firmas para intercambiar ideas sobre la simbiosis y congruencia entre los proyectos particulares.
-¿Existe un lazo de unión entre los tres diseños que Richard Meier & Partners elabora para México o son totalmente distintos?
-Diría que son similares y diferentes al mismo tiempo. No es lo mismo un hotel en la ciudad, como el de Santa Fe, con jardines interiores, que uno en la playa, como el de Kanai (Riviera Maya), con espacios abiertos, pero en ambos casos existe la misma ideología arquitectónica de Meier, igual que en Mitikah.
-De su conferencia en Monterrey “Entre la luz y el blanco”. ¿Nos puede hacer una breve síntesis?
-Es muy conocida la idea de nuestra compañía respecto al uso de la luz y el color blanco. Queremos pensar que no sólo construimos con acero y concreto sino también con la luz. La luz es la quintaesencia de lo que los seres humanos necesitamos para vivir, comunicar, ver y disfrutar. A lo largo del tiempo hemos aprendido a ver la luz no sólo como un elemento estético y poético sino también como generador de energía para edificios eficientes.
-¿Cuáles son los proyectos favoritos de su firma?
-Meier dice que sus favoritos son los museos porque implican todo lo bueno de la arquitectura. Son lugares públicos donde la gente convive y goza del arte tanto dentro como fuera, y nosotros les facilitamos esa experiencia; además de que usamos la luz y la sombra, según el caso, para la observación y conservación de las obras. Un buen ejemplo es el museo Getty (Los Ángeles).
-¿Y su proyecto personal favorito?
-Un pequeño museo, en Baden Baden, con una colección privada y es un gran imán para esa zona.
-A muchos mexicanos les quita el sueño que su firma vaya a construir un hotel en un manglar de la Riviera Maya. ¿Qué opina?
-Puedo entender esa preocupación. Sucede que un cliente viene con nosotros y pregunta si queremos hacer un hotel en un manglar. Nuestra reacción es decir que sí, pero proponemos un proyecto que respete al máximo el entorno, es lo que nosotros podemos hacer al respecto; finalmente, somos arquitectos y no podemos salvar el mundo.
-¿Le gusta algún edificio en particular de Paseo de la Reforma?
-Cada vez me parece mejor la arquitectura de esa zona. Es bueno tener la mayoría de los rascacielos por aquí y dejar libre espacios importantes como el Centro Histórico.
-¿Su firma ha tenido un problema tan grave, de retraso y aumento en el costo, como el que sucedió en México con la Estela de Luz?
-Para ser honesto, sí tenemos un caso, en Italia, que estaba planeado para cinco años y se extendió a ocho. Ese tipo de retrasos sólo se justifica cuando hay problemas con los permisos de construcción o cuando el cliente tiene dificultades para reunir el dinero o cuando hay problemas de tipo político que detienen las obras; conozco el caso de un museo en mi país (Alemania) que tomó 25 años porque había grupos en pugna y finalmente ganaron los que sí lo querían (ríe).
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