Concienciado por los problemas ecológicos actuales y las emisiones en el medio ambiente, un joven arquitecto norteamericano. Propuso un modelo de ladrillo cuya elaboración “ahorra” emisiones a la biosfera.
El ladrillo era la base de la construcción de las ciudades en la antigüedad, pero en los últimos años, ha venido siendo considerado como: amenaza ambiental.
Elaborar un ladrillo de arcilla en un horno de carbón para, para calentarlo hasta una temperatura de 2.000 ˚ F, emite alrededor de 1,3 kilos de dióxido de carbono. Multiplicando esa cifra por 123.000 millones de ladrillos fabricados cada año, estamos hablando de más contaminación de la que producen todos los aviones en el mundo. El joven ganador del 2010 de Metrópolis Next Generation Design Competition propone una alternativa radical: no cocer el ladrillo; hacerlo crecer.
En un laboratorio en la Universidad Americana de Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos, Ginger Krieg Dosier es profesora asistente de la arquitectura, ha creado una fórmula para ladrillos con bloques de arena, una bacteria común, cloruro de calcio, y la urea (ese componente de la orina).
El proceso, conocido como la precipitación de calcita microbiana inducida, o MICP, utiliza los microbios en la arena para juntar los granos de arena como un pegamento con una cadena de reacciones químicas. La masa resultante se asemeja a la piedra arenisca, pero dependiendo de cómo se hace, puede reproducir la fuerza de ladrillo de barro cocido o de mármol. Si la industria del ladrillo reemplazase sus unidades tradicionales por éstas, las emisiones de dióxido de carbono se reducirían en al menos 800 millones de toneladas al año.”Nos estamos quedando sin todas nuestras fuentes de energía”, dijo en marzo en una entrevista telefónica desde los Emiratos Árabes Unidos. ”Cuatrocientos árboles son quemados para hacer 25.000 ladrillos. Es un problema de consumo, y honestamente, está comenzando a asustarme “.
El tema de concurso de Next Generation este año era un producto para mejorar el diseño del entorno. Los miembros del jurado vieron perchas de ropa para el ahorro de espacio en viviendas, persianas de las ventanas con energía solar, etc. Los ladrillos fabricados por Dosier no son más que unas pruebas de laboratorio hasta la fecha, aproximadamente del tamaño de un Lego, pero si la investigación prospera, su impacto podría tener repercusiones mundiales.
Eso debe oler feo jaja!
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