El laboratorio de Nestlé ubicado en Querétaro, en la regio del sur de México, se dedica al desarrollo de nuevos productos siendo además una planta de empaquetado y oficina satélite del centro de tecnología de productos empresa, dedicado al diseño de nuevas bebidas.
En 1996 estas oficinas fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO esto obligó a la creación de un porche de inspiración tradicional, pese a tratarse de una zona industrial. La respuesta de Michel Rojkind a esta limitación fue buscar la forma geométrica básica del arco, que es una sección de la esfera. De este modo sembró de formas esféricas los cubos interconectados y desalineados los cuales contienen los espacios funcionales.
Las caras interiores de la esfera están pintadas de amarillo brillante, lo que refuerza la sorprendente modernidad de la composición. Aunque el proyecto está dedicado a la investigación, el edificio tiene la consideración de “público”, ya que es posible visitarlo.
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